Todo partió con la invitación de Folo a colaborar con el proyecto de Swimchile, y la posterior idea de competir en la Travesía de Aguas Abiertas que por primera vez se haría el día anterior al Triatlón Cruzando el Bío-Bío, organizado por Moisés Torres. Sin dudarlo, nos sumamos a la lista de 40 inscritos, y partimos el viernes 1 de marzo hacia Concepción. Una de las ventajas de esta carrera es la relativa cercanía para los deportistas del norte y sur de la ciudad penquista. En 6 horas aproximadamente, ya estábamos instalados en el hotel.
Sábado 2 de Marzo, y a las 9:30 hrs llegamos a la Laguna Chica de San Pedro de La Paz, donde un parque cerrado armado, una serie de stands promocionando sus productos y una laguna idealmente acondicionada para practicar deportes acuáticos nos reciben. Se estaban preparando los niños y adultos para la primera prueba del día, el acuatlón. Entre música y un grato ambiente familiar, nos dirigimos a la acreditación, para retirar nuestro kit de competencia: gorra y chip de cronometraje. Primera gran sorpresa… es inusual ver competencia de aguas abiertas con esta tecnología, al menos en nuestro país.
Como el circuito del acuatlón era el mismo que el de la travesía, lo fuimos a observar, y nuestro ojo ya medio entrenado, nos hacía presumir que la distancia era mayor a la informada. No nos equivocamos, a nuestros predecesores les tocó nadar 1.000 en vez de 800 metros, lo que significaba que a nosotros nos tocarían entonces 2.000 metros…
Con eso en mente, nos pusimos nuestros trajes de agua, un poco de movilidad articular y a calentar al agua. Temperatura muy agradable, incluso nos atreveríamos a decir que se podría prescindir del neopreno. Un poco pasado las 11 hrs, Moisés nos llama para la charla técnica, y nos aclara el nuevo circuito, que dejaba a una de las boyas afuera. Así, volvíamos a la distancia original de 1.600 metros.
El trazado es un triángulo de 800 metros, en donde una de sus bases está paralela a la playa y a las plataformas flotantes donde se ubicaba el público, lo que les permitía tener mayor cercanía para ver a sus familiares y amigos. Es otro punto a favor, porque en general, los circuitos de aguas abiertas no le permiten a los asistentes llevar el pulso de la competencia.
Con un bote y varios kayaks acompañando y dando seguridad a los participantes, 3,2,1 y dan la partida desde el agua. Rápidamente, toman la punta Ignacio Muñoz, Ricardo Cumplido y Xavier Valenzuela, quienes lideraron en todo momento la prueba. En las mujeres, Marcela Torrejón fue la líder indiscutida, y atrás yo (Daniela) iba brazada a brazada pegada con Florencia Vásquez en los primeros 1.590 metros…
Una de las grandes ventajas de esta laguna es la tranquilidad de sus aguas, lo que permite efectuar una brazada constante. Además, el circuito se demarca en una zona relativamente pequeña, por lo que es ideal para aquellos que están iniciándose en este tipo de disciplina o que le tienen algo de temor cuando se pierden las paredes y la línea del fondo.
Al nadar los primeros metros, se nos hizo algo difícil divisar donde se encontraban las boyas y el arco meta. Las primeras por su tamaño, y el segundo, por el color. Sería quizás un aspecto a mejorar para las próximas versiones.
Lógicamente, la segunda vuelta resulta más fácil porque los puntos de referencia ya eran conocidos. En la medida que recorrías los últimos 50 metros, ibas escuchando cada vez más fuerte los gritos del público y del animador. Salida fácil y caminable hasta tocar la alfombra y cruzar la línea de meta electrónica, después de lo cuál nos esperaban los organizadores para entregar las medallas de finisher, y Folo para las respectivas fotos.
De a poco empiezan a llegar los competidores, entendemos que no hubo ningún DNF. Varios nos fuimos a las duchas que están disponibles en el recinto para cambiarnos ropa y luego asistir a la ceremonia de premiación por categoría, tanto de hombres como mujeres. En esta oportunidad, un trofeo para cada uno fue la forma de reconocer a los diferentes ganadores.
En resumen, una travesía bien organizada: instalaciones de buen nivel, circuito bien medido, seguridad en carrera, toma de tiempos precisa, ambiente grato y organizadores preocupados de cada detalle para entregar un buen servicio.
Definitivamente es una competencia a la que hay que asistir…
Dani y Oliver
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Fecha de la carrera: Sábado 2 de marzo de 2019