El campeón panamericano de natación paralímpica, Alberto Abarza vive un auténtico calvario al estar alejado de la piscina y el deporte en general durante la pandemia, que según manifestó, pone su salud en riesgo más allá las aspiraciones deportivas, que incluyen el boleto que tiene asegurado a los Juegos Paralímpicos Tokyo 2021.
Abarza sufre del síndrome de Charcot-Marie-Tooth, que entre otras cosas, causa debilidad en las piernas, los tobillos y los pies, así como pérdida de masa corporal, por lo que nadar, es también una terapia para él, al margen de que evidentemente necesita entrenar para llegar preparado a Tokyo 2021.
“Yo dependo del ejercicio para poder mantenerme vivo”, expresó en una entrevista BioBioChile.
En declaraciones al medio referido, Abarza explicó porque necesita entrenar, aunque paradójicamente no ha podido conseguir un permiso, ya que es calificado dentro del grupo de personas de riesgo por el coronavirus.
“A veces falta más comunicación, mis rivales están entrenando y yo no. Yo entiendo que estamos en medio de una pandemia y me están cuidando para no enfermarme. Pero también pensemos que Alberto Abarza tiene una discapacidad que avanza día a día. Si no hace deporte, se va a morir igual. Necesito el deporte y también cuidarme de la pandemia”.
Según sus propias palabras, su salud ha empeorado en la pandemia, por la misma inactividad consecuencia de las restricciones.
“Como no hemos podido entrenar ni tener médicos constantes, la discapacidad ha avanzado. Al rango de las piernas, ya duele mucho, los brazos no se mueven como antes”, contó el nadador que será padre por segunda vez próximamente.
Al publicarse la primera lista de deportistas de alto rendimiento con permisos para entrenar, sorprendió la ausencia de su nombre en la categoría de natación paralímpica (donde si está su compañero Vicente Almonacid), especialmente por tratarse de un multimedallista panamericano en Lima 2019 (oro en 200 libre, 50 y 100 espalda; plata en 50 y 100 metros libres).
“Si estamos dando la prioridad a los clasificados a Tokyo ¿Quiénes tienen que entrenar en la piscina? Alberto Abarza, Vicente Almonacid y Kristel Köbrich. Si a Vicente lo poníamos a entrenar en la pista 1 y a mí en la 0, ¿había un cuidado o no había un cuidado?”, dijo.
La prioridad para Abarza es mejorar su condición de salud, ya que ha sacrificado, debido a las restricciones sanitarias, el hábito de ejercitarse usando su silla de ruedas, lo que ha influido en su estado anímico.
“Ha bajado el ánimo, de repente estoy acostado y empiezan los dolores. Hay que ser realistas. Ahora me voy a meter a una piscina y quiero ver cómo voy a estar nadando”.
El Premio Nacional del Deporte 2018, reconoce que ha mantenido comunicación tanto con el Comité Paralímpico y como con el Ministerio del Deporte, sin embargo pide mayor coordinación entre ambos entes, y además, más apoyo, porque por ejemplo intentó comprar una piscina por sus propios medio, pese a que la ministra Cecilia Pérez lo ayudó con un kit de ejercicios.
Por ahora, Abarza debe seguir esperando a tener acceso a una piscina, con la esperanza de que cese el dolor físico hasta entonces.
Jueves 20 de agosto de 2020