Paola Pérez, una nadadora sin límites

Paola Pérez es una nadadora venezolana radicada en Chile desde hace varios años, que entre su destacado currículo figura representar a la selección de su país en aguas abiertas en las más grandes citas internacionales, siendo medallista en los Juegos Panamericanos, y diciendo presente en dos ocasiones en los Juegos Olímpicos, trayectoria que la han llevado a ser embajadora de la marca arena.

En Swimchile conversamos con Paola, para desgranar su trayectoria y su presente en Chile, donde compagina sus ambiciones como deportista de alto rendimiento y entrenadora de pequeños nadadores.

Llegada a Chile

La deportista llegó a Chile en 2017, específicamente a la casa de otra gran nadadora, la chilena Mahina Valdivia y su familia, señalando que tuvo “la fortuna de que me recibió gente buena, agradable, me abrió las puertas de su casa”.

“Llegué aquí y me abrió las puertas de su casa, estuve con ellos un año, y de verdad que fue una bendición, porque no todo el que emigra de su país tiene las puertas abiertas de una familia para llegar y poder empezar a hacer raíces aquí”, explica Paola.

Paola nació en San Cristóbal, una ciudad situada en el suroeste de Venezuela donde comienza la extensa Cordillera de Los Andes y debido a que es fronteriza con Colombia, tiene un acento marcado y similar que ha prevalecido tras 7 años en Chile.

“A la gente a veces se le pega (el acento), porque yo hablo de usted. De donde yo soy, de San Cristóbal, es la parte andina y allá hablamos de usted. Entonces, al principio para la gente era chocante, pero ya se han ido acostumbrando y algunos ya a veces hablan de usted”.

Carrera internacional

Paola representó a su país en dos oportunidades en la cita de los anillos, específicamente en Río 2016 y Tokio 2020, experiencias que son difíciles de describir.

“No sé si existan palabras para describir ese momento, y más haber repetido esa cita y poder estar rodeada de los grandes, ya no importa quién gane medalla o quién gane diploma, ahí todos somos iguales, porque llegamos a la cita máxima y es un compromiso también, no solamente con uno mismo, sino con el equipo que está con uno, el entrenador, la familia, el país que también lo respalda, la gente que lo sigue a uno, entonces es una vivencia, es algo que solamente cuando uno llega ahí puede sentirlo, porque creo que no existen palabras para describirlo”.

La nadadora de 33 años también ha tenido reiteradas participaciones en Juegos Panamericanos, en y en donde más destacó fue en Toronto 2015, cuando ganó medalla de plata y que según nos cuenta, pudo ser oro.

“Esa medalla todavía me duele, porque en verdad fue un empate en primer lugar, pero ese día también competía una gran atleta venezolana en BMX, y en Toronto todas las sedes eran muy lejos, y a ese nivel de evento, los reclamos sólo los puede hacer el Comité Olímpico (de cada país) y yo ese día fui a competir sola con mi entrenador y mi otra compañera, y a la hora de hacer el reclamo, no nos aceptan, porque tenía que ser el Comité Olímpico Nacional y no había nadie del comité que pudiese hacer el reclamo, y se demoran dos horas en llegar, y al final quede plata, así que quiero volverla a repetir, y eso es lo que todavía me sigue pesando, que no la he podido repetir”.

Pero en la misma senda de los Panamericanos, Paola también tuvo un episodio bastante lamentable, cuando durante su participación en Lima 2019, sufrió hipotermia durante la prueba de aguas abiertas al no tener equipo correspondiente proporcionado por su federación. A pesar de eso, pudo levantarse y seguir adelante de la mano con el deporte.

“Después, con el tiempo, como que fui haciendo introspección del evento y más allá de las fallas fue haber luchado contra las adversidades que se me presentaban en el momento, también estaba atravesando una depresión, tenía sobrepeso, estaba como en un torbellino en el que no podía salir, pero creo que el deporte siempre me ha mantenido ahí, esa competencia me da la certeza de que en verdad el deporte siempre me ha sacado lo mejor de mí”.

En Santiago 2023, Pérez cambió las aguas abiertas por la piscina, debido a que no pudo formar parte del selectivo nacional de su país para esta prueba.

“Tuve algunos problemas económicos para poder ir al clasificatorio específico en Venezuela. Se hizo un selectivo para los Juegos Odesur, que es donde se buscan los cupos para el Panamericano, al no poder ir a Venezuela eso me dejó fuera del ojo del sur que me daba la oportunidad de buscar el cupo Panamericano. Entonces me desafié a volver a dedicarme a lo que era la piscina, a prestarle atención a las salidas, a las vueltas, a muchos detalles que en aguas abiertas a veces no son necesarios. Y gracias a eso fui a los Juegos Centroamericanos”.

En los Juegos Centroamericanos del Salvador 2023, Paola ganó cuatro medallas: 2 medallas de oro, 1 de plata y 1 de bronce en piscina y en aguas abiertas, con lo que impulsó su clasificación a Santiago 2023, donde finalmente pudo participar representando a Venezuela en piscina.

Entrenador

La embajadora de arena resalta mucho la importancia del apoyo que ha tenido de su entrenador, el también venezolano Jhondry Segovia, que ha estado siempre dándole apoyo, y nos comentó cómo comenzó su historia.

“Yo viajo con Jhondry desde el 2005, que fue nuestra primera competencia internacional en piscina. En la zona donde nosotros vivimos compartimos un evento que se llama El Regional. Entonces siempre nos veíamos, siempre estábamos compartiendo y clasificamos casi siempre a los mismos eventos. Entonces, desde el 2005 lo vengo viendo. Coincidimos aquí en Chile y eventualmente se convirtió en mi entrenador, y creo que es bueno porque él ya me conoce, él sabe mi carácter, sabe los cambios que yo he hecho. Y eso ha sido un balance para poder, quizás él entenderme cuando estoy mal y no presionarme”.

Rol de entrenadora

A la par de su preparación elite, la medallista panamericana actualmente trabaja como entrenadora de niños en el Stade Français en Las Condes, nos contó cómo fue el proceso de empezar a dar clases a niños, ya que nunca lo había hecho.

“Al principio fue difícil porque no tenía esa práctica con los niños, llegar al mismo dialecto, que me entendieran. Yo creía que ya eran grandes y sabían que era una brazada, una patada. Y con el tiempo me fui nutriendo en el tema de cómo hablarles a los niños, eso me ayudaba muchísimo”.

Además, comentó lo satisfactorio que es ver el avance de sus alumnos y poder transmitirles su conocimiento.

“La verdad que es una experiencia muy bonita con los niños. Me han cambiado bastante. Y es gratificante ver, porque los niños siempre van en constante aprendizaje. Entonces, que hoy no sabían patear y en dos semanas ya saben patear y ellos felices. Eso también me llena, saber que yo lo que he aprendido se los puedo transmitir“.

Embajadora arena

arena es una de las marcas de natación más importantes del mundo, y teniendo presencia en Chile se fijó en Paola como parte de sus embajadores, le consultamos a la nadadora la importancia de formar parte de la marca alemana estando lejos de su país de origen.

“Es un honor, porque prácticamente toda mi vida he usado arena, sobre todo que en aguas abiertas es a lo que más está vinculado a arena. Y saber que estoy en el extranjero y arena me llama para ser embajadora, obviamente es un honor. Creo que es el resultado de tantos sacrificios que he hecho, de tantos resultados, del esfuerzo que he hecho con mi familia, porque este trabajo no ha sido en solitario. Esto es ir recogiendo el fruto de los esfuerzos. Así que es un honor poder estar hoy de embajadora con ellos”.

Por supuesto, como embajadora y conocedora de la marca desde hace años Pérez nos comentó cuáles eran sus implementos favoritos de la marca.

“Mis productos favoritos son las palas (paletas). Soy adicta a las palas, no me las quito, las aprendí a usar y son mi elemento perfecto. Los trajes de baño me encantan. Siempre busco los mejores modelos, los más coloridos. Los trajes de competencia son casi que los tesoros más preciosos para un nadador, por ejemplo, para mí. Más que el gorro y los lentes, el fastking, lo más importante”.

Para finalizar, Paola envió un consejo a todos los que empiezan en el mundo de la natación.

“Primero, tienen que ir a entrenar todos los días o los días que más puedan. Es un deporte de adaptación, de sensibilidad, que igual se lo disfruten, porque la natación es un deporte de trabajito de hormiga, de a poquito, y los resultados se ven a largo plazo. El resultado final es la acumulación de todo el trabajo que entre el mayor porcentaje que haga bien, eso es lo que me va a seguir el día de la competencia”.

Y finalmente, la nueva embajadora de arena, nos habló de sus objetivos pendientes.

“Ahora que empecé con piscina otra vez, bueno, el sueño nuevamente, poder ir a unos Juegos Olímpicos, pero en piscina. Creo que sería como cerrar con broche de oro, porque cuando empecé a soñar con los Juegos Olímpicos fue en piscina. Pero bueno, la vida lo va llevando a lo que mejor le convenga, que fue aguas abiertas. Pero creo que no hay límites y lo puedo volver a intentar en piscina”.